En la mitología nórdica, el viento tiene su origen en la gran águila llamada Hraesvelg «Hræsvelgr» (engullidor de cadáveres) que se encuentra en el extremo norte del cielo. Cuando Hraesvelg bate las alas para emprender el vuelo, el águila genera una enorme cantidad de viento con sus enormes alas.
Su ubicación se denomina cielo en la Edda en prosa de Snorri Sturluson. Snorri insertó a veces su creencia cristiana en sus escritos, por lo que la palabra cielo debe entenderse probablemente como el reino de Asgard.
Odín, curioso y siempre deseoso de aprender, viajaba disfrazado de un hombre llamado Gangleri cuando conoció al sabio jötunn Vafþrúðnir. Durante su conversación, Vafþrúðnir le habló del origen del viento.
Hraesvelg, se llama, que se sienta al final del cielo, un gigante con forma de águila. De sus alas, se dice, los vientos soplan sobre todos los hombres». – Gylfaginning
Aunque Njord es representado como un dios asociado a los vientos, es este jötunn con forma de águila el origen del viento en la mitología nórdica.
Fuentes: