Un bullroarer es un instrumento musical de forma ovalada con un pequeño orificio en el que se puede enhebrar un trozo de cuerda. Es muy probable que la bullroarer se haya utilizado en el chamanismo para realizar ceremonias rituales, como instrumento musical y como herramienta de comunicación a grandes distancias. El sonido puede viajar muchos kilómetros en una noche tranquila, y posiblemente incluso más lejos si se utiliza en colinas o en un valle rodeado de montañas.
Muchas culturas de todo el mundo han utilizado la bullroarer, por lo que no se asocia a ningún grupo específico de personas. Se ha utilizado desde la Edad de Piedra (12.500 a.C.-4.000 a.C.), pero dejó de usarse en el norte de Europa a finales de la era vikinga.
El conocimiento de su uso en Escandinavia se perdió y se olvidó hasta tiempos recientes, cuando la tierra reveló el secreto del pasado. Por suerte para nosotros, se fabricó a partir de un trozo de hueso de un ciervo, por lo que ha llegado hasta nuestros días.
El bullroarer se llama brummer en Escandinavia.
El zumbido del Norte volvía a resonar en los bosques escandinavos, despertando los espíritus y propagando su sonido antiguo y misterioso en la distancia.
Cómo utilizar un bullroarer
Cuando gires el bullroarer, ya sea por encima de tu cabeza o a un lado de tu cuerpo, el instrumento empezará a emitir el sonido del rugido. Si el sonido no llega al principio, no te preocupes, sigue girando y el sonido acabará por empezar.
Cómo hacer un bullroarer
Para fabricar un auténtico bullroarer, debes elegir uno de los siguientes materiales: hueso, madera o piedra. El sonido será ligeramente diferente según el material, pero también según el tamaño, la forma y el peso. Cada uno de ellos tendrá su propio sonido único, a menos que todos hayan sido fabricados con una máquina para que sean copias exactas unos de otros.
Necesitarás cinco cosas para hacer un bullroarer: un trozo de madera, un lápiz, un cuchillo, un hacha y un trozo de cuerda. Si vives en la ciudad, probablemente te resulte más fácil comprar un tablón de madera que buscar leña.
- Parte una astilla de un trozo de leña.
- Dibuja su contorno con un lápiz, asegúrate de que sea simétrico y más grueso en el centro, con bordes puntiagudos.
- Utiliza el cuchillo para cortarlo de la madera.
- Haz un agujero en uno de los extremos y pasa un cordel a través de él, como se muestra en la ilustración.
- Si tienes un poco de papel de lija, puedes pulirlo para que quede más bonito.